Doctor!..Donde se fue? II

El medico tiene que ser necesariamente un elemento de confianza para el paciente.Sin embargo lo que hoy nos toca ver en reiteradas ocasiones, es un personaje poco humano y extremadamente grosero.El doctor por desgracia paso a formar parte de la mitología.

Suena extraño, pero el paradigma del medico contemporáneo antes que todo, va a ser un enemigo que genera una inmensa desconfianza en el paciente.Debido a su condición de medico, va a lidiar toda su vida con una filosa espada de doble punta.
Por un lado sera considerado por todos casi un "Dios" que no puede ser contradicho y por ningún motivo cuestionado.Caerá en el paternalismo engendrando en el un desprecio perpetuo por los acuerdos(medico-paciente) en el tratamiento.
Y por otro lado su poca preocupación ,su nula conmiseracion, su egoísmo y su falta de profesionalismo le pesaran al extremo de provocar la mas grande de las animadversiones en el candoroso paciente.

Este archipámpano comete felonía para después convertirse en un gorrino que deja de lado su noble labor de medico.

¿Como puedo confiar mi vida en alguien así?....

Me encantaría seguir describiendo a la figura del siglo,pero mi modesta condición de estudiante de "preu"o mejor dicho aspirante a medico, me deja la voz apagada.

Cuando se camina junto a un medico noble, leal y preocupado, el paciente logra confiar.Confiar no es cualquier palabra, es la palabra que nos dice seguridad, plena fe en que esa persona pondrá su alma en su labor y un prueba infalible de amor.El medico obtendrá esta confianza siendo solamente un medico de verdad.Un medico de verdad da confianza al hablar, da confianza al interactuar con las personas, da confianza al preguntar, da confianza al meterse en su problema, da confianza en darle importancia, en ofrecer opciones, al crear una sensacion de que juntos serán un equipo que van por un objetivo.

Si en algún lugar del país encuentra a un medico que solo se asemeje al descrito en el párrafo anterior, por favor no lo suelte nunca mas y ¡beselo!...si ¡beselo! que no encontrara muchos que estén dispuestos a luchar por su confianza.